Recuperación de calor y refrigerantes A2L de bajo potencial de calentamiento global (Global Warming Potential, GWP): una potente combinación para reducir las emisiones y costes de la refrigeración en supermercados. El auge de la venta online, un mercado creciente para la entrega a domicilio y el aumento de la demanda de alimentos frescos y productos perecederos hacen que las cadenas de supermercados confíen más que nunca en la eficacia del almacenamiento en frío. Ya estamos viendo el uso de refrigerantes A2L de bajo GWP en aplicaciones de refrigeración, como la refrigeración en supermercados con multicompresores, para aumentar la eficiencia. Sin embargo, el enfoque de los supermercados se está ampliando. Las normas medioambientales, como la enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal y las regulaciones europeas sobre gases fluorados, obligan a equilibrar los objetivos de sostenibilidad con la eficiencia operativa y a concentrarse en el consumo total de energía. Esto los anima a explorar opciones y alternativas viables para reducir tanto el consumo de energía como las emisiones totales de los sistemas de refrigeración en los supermercados. Para investigar la eficiencia de estas alternativas, Chemours encargó un estudio para comparar los refrigerantes a base de HFO con el R-744 en varias situaciones diferentes de recuperación de calor en la zona de ventas de un supermercado típico en dos condiciones climáticas diferentes. Los resultados muestran claramente que los refrigerantes HFO de bajo GWP utilizados en un sistema de recuperación de calor superan a otras opciones de bajo GWP.
Al comparar una línea base de R-404A más caldera de gas, el estudio descubrió que las emisiones totales y los costes del ciclo de vida a 10 años eran significativamente menores en la mayoría de los casos. En el esfuerzo por reducir las emisiones el estudio demuestra que el uso de refrigerante de HFO con bajo GWP combinado con la tecnología de recuperación de calor puede reducirlas y ofrecer un notable ahorro de costes a largo plazo. Las emisiones totales de los sistemas están mucho más influenciadas por la eficiencia energética que por las emisiones directas del refrigerante.
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