En marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, un término bastante amplio que, en definitiva, significa la gestión eficiente de la energía que consumimos. Y como en el mundo desarrollado el consumo es cada vez más elevado, la eficiencia energética es uno de los principales retos en la actualidad. Más aún en estos momentos en los que afrontamos nuevas dificultades energéticas y económicas de carácter internacional.
Según Global Footprint Network (GFN), necesitamos cada año el equivalente a algo más de 1,6 planetas para abastecernos de los recursos que utilizamos. De este modo, para 2030 necesitaremos el equivalente a dos globos terráqueos… La eficiencia energética propone usar menos recursos y más energías limpias, un cambio más racional que contribuye a preservar el planeta y sus recursos, a contaminar menos y ahorrar más.
En esto, la refrigeración evaporativa ha estado siempre a la vanguardia de las tecnologías más eficientes. La concienciación medioambiental y la preservación del planeta figuran entre las prioridades del sector desde el momento del diseño y fabricación de equipos hasta el de su instalación, funcionamiento y mantenimiento.
Los equipos de enfriamiento evaporativo, es decir, condensadores evaporativos y torres de refrigeración, utilizan un refrigerante natural, el agua, para enfriar o condensar fluidos en numerosas aplicaciones. Este principio se aplica para la transmisión a la atmósfera del calor excedente de diferentes procesos y máquinas térmicas. Por este motivo, la evacuación del calor de condensación que requieren los procesos de refrigeración en grandes superficies, ya sean industrias de cualquier tipo, centros comerciales, hoteles, hospitales, clínicas o residencias geriátricas, encuentra en esta tecnología una combinación óptima en lo que se refiere a ahorro energético y costes. Por ejemplo, en las instalaciones hospitalarias, elegir el sistema de refrigeración más eficiente resulta fundamental, tanto por las altas potencias demandadas como por las horas de funcionamiento anuales. En definitiva, su capacidad para ofrecer una combinación de uso de energía y coste de instalación idónea deriva en una óptima relación inversión - rendimiento frente a otras soluciones similares.
Respecto a que estos equipos están considerados aún hoy como instalaciones de riesgo en la transmisión de la legionela, numerosos informes publicados durante los últimos seis años han vuelto a confirmar que no hay relación directa entre el número de torres de refrigeración y los casos de legionela detectados en España. El correcto mantenimiento y la responsabilidad de los usuarios son clave y contribuyen a evitar casos de riesgo en este sentido.
En definitiva, torres y condensadores evaporativos constituyen una de las alternativas más eficientes en el campo del enfriamiento, favoreciendo el ahorro energético, tanto por su aplicación como por su diseño. Asimismo, su capacidad para ofrecer una combinación de uso de energía y coste de instalación idónea deriva en una óptima relación inversión/rendimiento frente a soluciones similares.