El sector del frío se ha tomado muy serio el desafío para reducir el impacto medioambiental de los sistemas de refrigeración. En este reto, la toma en consideración de la huella de carbono de todo el ciclo de vida de los refrigerantes toma cada vez más fuerza. Investigadores de la George R. Brown School de la Universidad Rice de Ingeniería están trabajando en el desarrollo de un método inorgánico para sintetizar amoniaco más respetuoso con el medioambiente.
El amoniaco se ha posicionado como uno de los refrigerantes de bajo PCA con mayor capacidad para reducir el impacto ambiental de los sistemas de refrigeración, pero el coste medioambiental de su producción sí plantea algunos interrogantes respecto a su coste económico y energético. El amoníaco se produce normalmente a través del proceso de Haber-Bosch, que convierte el gas natural, LPG o nafta de petróleo en gas hidrógeno; a partir ahí, el hidrógeno se combina entonces con nitrógeno para obtener amoniaco. Pero, según han explicado los científicos de la Universidad Rice, este proceso produce gran cantidad de dióxido de carbono y consume mucha energía. Por el contrario, el sistema que están investigando utilizaría la energía eléctrica –obtenida a través de energía solar o eólica- para activar el catalizador. Por el momento, este método no serviría para grandes producciones de amoniaco, pero sí puede ser una alternativa para casos de necesidades específicas.