El director de Ahorro y Eficiencia Energética de IDAE, el Instituto para la Diversificación y el Uso de la Energía, nos habla en esta entrevista sobre los esfuerzos hacia la descarbonización, en los que también se verá inmerso el sector de la refrigeración.
- IDAE persigue una mejora del ahorro y la eficiencia energética en España, ¿cuáles son los principales instrumentos o ejes para lograrlo?
Los instrumentos que utiliza el IDAE para conseguir mejorar la eficiencia energética y conseguir un ahorro de energía en todos los sectores de actividad son muy diversos: participación en la elaboración de la normativa energética, desarrollo y promoción de sistemas de certificación y etiquetado energético, gestión de programas de ayudas públicas, financiación de proyectos, campañas de comunicación, etc.
Por otra parte, todas estas actuaciones tienen lugar en el marco del Plan Nacional de Acción de Eficiencia Energética 2014-2020, que tendrá su continuidad en el próximo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030.
- ¿Qué porcentaje de gasto energético suponen los sistemas de refrigeración y climatización en España?
El consumo energético de los sistemas de refrigeración y climatización no figura como un epígrafe específico en los balances oficiales de energía final del país. No está desagregado en los balances de los distintos sectores consumidores (servicios, residencial, industria, etc.) y, por lo tanto, se carece de un dato estadístico preciso. A título de ejemplo el consumo de refrigeración ascendía en el sector residencial a 142,8 ktep en el año 2017 y el de calefacción a 6.556 ktep, sobre un total de 15.227 ktep en este sector.
- ¿Se están alcanzando buenos índices de eficiencia en este sector?
Uno de los objetivos del proceso de transición energética, en el que estamos inmersos, además de incrementar la eficiencia energética en el uso final de la energía, es alcanzar una descarbonización del sistema eléctrico en 2050, lo que conlleva una electrificación de los usos finales de la energía. Los sistemas de refrigeración y climatización son mayoritariamente eléctricos, por lo que indirectamente se verán favorecidos por el suministro de una energía eléctrica proveniente de un mix de generación más limpio.
- La industria del frío está haciendo grandes esfuerzos en relación con la eficiencia energética: ecodiseño, eliminación de gases fluorados de alto PCA, impulso de la refrigeración evaporativa… ¿Qué más se puede hacer? ¿Cree que serían necesarios planes de ayuda que faciliten la inversión en equipos más eficientes?
La mejora de la eficiencia energética en la industria del frío se acelerará en la medida en que se acometa una importante renovación del parque existente de equipos e instalaciones frigoríficas, bien por finalización de su vida útil o por obligaciones energéticas o medioambientales impuestas reglamentariamente. En este sentido la necesidad o no de programas de ayuda que faciliten la inversión vendrá dado por el periodo de recuperación de las inversiones en función de los ahorros económicos que se produzcan por una menor factura energética. En muchos sectores la activación de líneas de financiación o la propia actividad de las empresas de servicios energéticos han demostrado ser suficiente para promover esta renovación, junto con una reglamentación más exigente.
- ¿Piensa que hay conciencia en la industria del frío, sobre la necesidad de implementar medidas de eficiencia y ahorro energético?
Este sector cuenta desde hace muchos años con una reglamentación específica dirigida tanto a garantizar la seguridad de las personas y bienes como a la protección del medio ambiente, por lo que a nivel profesional existe una gran tradición y formación. Hay que recordar la reciente aprobación del nuevo reglamento de seguridad para instalaciones frigoríficas y sus instrucciones técnicas complementarias, el pasado mes de septiembre.
La conciencia sobre la necesidad de implantar medidas de eficiencia energética depende también de la repercusión que tienen los costes energéticos sobre el precio del producto o servicio final y si esto lo hace más o menos competitivo en el mercado.
- ¿La inversión en eficiencia energética es una oportunidad relacionada con la competitividad y el crecimiento? ¿Qué diría a quienes lo consideran un lastre?
Esta es una cuestión que las empresas tienen claro, debido a que actúan en un mercado muy competitivo donde los costes de la energía eléctrica son elevados y tienen una importante repercusión sobre el precio del producto final. En paralelo sus clientes son cada vez más exigentes en la selección de productos y servicios que sean respetuosos con el medio ambiente.