La Asociación Europea para la Energía y el Medio Ambiente (EPEE) ha presentado el Libro Blanco “Cuenta con el frío: un enfoque en cinco pasos para proporcionar una refrigeración sostenible” donde se recogen los cinco pasos fundamentales para conseguir una refrigeración sostenible. El sector del frío tiene un potencial real para contribuir a conseguir una Europa libre de emisiones de carbono, pero sus posibilidades no han sido lo suficientemente exploradas. Las razones, según EPEE, pueden ser una falta de concienciación por parte de usuarios y administraciones y una carencia de estrategias a largo plazo. Con este documento, la Asociación pretende dar un paso adelante para que la refrigeración ocupe el lugar que le corresponde en el proceso de transformación ecológica, más allá de los grandes esfuerzos que ya se han hecho en cuanto a eliminación del uso de gases refrigerantes con efecto invernadero.
El Libro Blanco de EPEE introduce un enfoque en cinco etapas: racionalizar la necesidad de refrigeración; mejorar la eficiencia energética y de recursos de las instalaciones; mitigar el impacto de los refrigerantes en el clima; abordar el coste de la inversión en soluciones de mayor eficiencia; y pasar a las fuentes de energía renovables integrando la refrigeración y la calefacción de edificios individuales o de ciudades enteras.
El documento describe los riesgos y oportunidades que se presentan para el sector del frío e incluye ejemplos de cómo el marco político de la UE ya ha dado pasos adelante, así como un análisis de los retos pendientes. De hecho, la directora general de EPEE, Andrea Voigt, ha reconocido los importantes avances en innovación y tecnología eficiente que se han producido por parte de la industria en los últimos años. El cambio se demanda, más bien, como una parte de los planes generales de descarbonización de Europa: la plena aplicación y el cumplimiento del paquete de energía limpia de la UE y la inclusión explícita de la refrigeración en los planes energéticos y climáticos nacionales y en las estrategias a largo plazo. En este marco, Voigt asegura que "la industria está lista para cumplir".
El crecimiento en el uso de sistemas de enfriamiento en todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo, es algo irrenunciable ante los enormes beneficios que reportará para la salud humana, la productividad y la seguridad alimentaria, entre otros. Sin embargo, este crecimiento ha de llevarse a cabo con la menor huella posible en términos de emisiones y demanda eléctrica.