La eficiencia energética cobrará todavía más importancia con la puesta en marcha, el próximo 1 de marzo, del Reglamento Europeo de Ecodiseño 2019/2024 y el Reglamento Europeo etiquetado energético 2019/2018. Una poderosa razón que ha llevado a sectores como el de los muebles frigoríficos a desarrollar equipos aún más eficientes en cuanto al consumo de energía.
Las diversas compañías que forman parte del Grupo de Empresas de Muebles Frigoríficos de AEFYT, destacan que esta normativa no representa una novedad, ya que llevan muchos años colocando la eficiencia energética y el medio ambiente como factores prioritarios a la hora de concebir, diseñar y desarrollar sus productos.
Este sector es clave en toda la cadena del frío. Los muebles frigoríficos son, por número, los receptores más importantes en la instalación frigorífica de cualquier supermercado. De hecho, su eficiencia energética es vital, ya que de ello depende en gran medida la eficiencia energética de toda la instalación. Este es el motivo que alimenta la creciente concienciación de los fabricantes en cuanto a la necesidad de desarrollar muebles frigoríficos altamente eficientes.
En concreto, por ejemplo, la entrada en vigor de los nuevos reglamentos europeos ha llevado a la casi totalidad de los fabricantes a implementar tecnologías como puertas que cierran o limitan la apertura de los muebles, ventiladores electrónicos, válvulas de expansión electrónicas, iluminación led y otras mejoras que se han ido aplicando a los ciclos frigoríficos con la llegada de los nuevos refrigerantes. Todo ello con el objetivo de reducir los consumos energéticos.
Pero ¿qué regulan exactamente esos nuevos ordenamientos comunitarios? En síntesis, esta normativa establece y fija los requisitos de diseño ecológico y de etiquetado energético para la introducción en el mercado o la puesta en servicio de aparatos de refrigeración que tengan como función la venta directa y que operen conectados a la red eléctrica, siendo su ámbito de aplicación los muebles refrigerados para supermercados, máquinas refrigeradas de vending, refrigeradores de bebidas, vitrinas para helados y arcones conservadores de helados.
Su objetivo, tal y como admiten desde el propio sector de muebles frigoríficos, es “reducir los consumos energéticos para alcanzar los objetivos marcados por la UE e introducir los requerimientos para su desmontaje y reciclado tras su vida útil para evitar la contaminación. Con todo este movimiento, se calcula que en 2030 el ahorro de energía en la U.E. será de 48TWh. La implementación de procedimientos de vigilancia del mercado por parte de las administraciones de cada país es otro de los puntos que completan estos reglamentos.
Respecto a su entrada en vigor, todavía se están realizando pruebas con la base de datos EPREL, que recogerá toda la información que estos reglamentos establecen para este tipo de equipos y que está pendiente de algunos cambios. La dificultad estriba en la gran cantidad de variantes, modelos y gamas que tienen estos equipos y que deben quedar claramente identificados, ya que dicha base de datos contendrá todos los equipos que se ponen en servicio en la Unión Europea.