Àngel Cercós, CEO de Sereva, fabricante de evaporadores y condensadores, participa en el Mes de los Distribuidores de Equipos y Componentes de Refrigeración con unas reflexiones sobre el aporte de valor de los fabricantes a la cadena, los problemas de la "España vaciada", la presencia de las mujeres en el sector dle frío y la grave situación por la que atraviesan las materias primas.
- ¿Qué aporta el fabricante a la cadena de valor del frío?
Los principales valores que podemos aportar los fabricantes de componentes frigoríficos son la flexibilidad, el servicio y la solución adecuada a cada necesidad.
En particular, en Sereva fabricamos intercambiadores de calor y nuestro lema es “Cool on Demand”, lo que significa que el cliente está en el centro de todo y le hacemos un traje a medida, acompañándolo en el proceso de diseño y configuración hasta que encontramos el evaporador que más le conviene. Luego contamos con un sistema muy flexible que nos permite hacer el evaporador a medida en un corto plazo de tiempo. La combinación de estos valores es lo más apreciado por nuestros clientes,
- ¿Cómo podemos poner en valor este eslabón?
Se dice que “un cliente que se va por precio, puede volver por servicio. En cambio, uno que se va por servicio no va a volver a ningún precio”.
Debemos cambiar el chip y dar valor a nuestros productos mediante conceptos que vayan más allá del precio. A nuestro modo de entender, el servicio que podemos ofrecer los fabricantes nacionales siempre va a ser de un orden de magnitud superior a lo que ofrecen productos de otras latitudes. En precio y calidad los otros pueden ser tanto o más competitivos que nosotros, pero a nivel servicio estoy seguro que somos insuperables.
- Sereva es una empresa de más de 40 años muy especializada ¿A qué sector están destinados sus productos?
Nuestro nicho tradicional ha sido siempre la refrigeración comercial, por lo que sabemos que no somos una empresa muy conocida a nivel de instaladores que se dedican a instalaciones industriales. Estamos trabajando para ampliar nuestra gama de productos y ofrecer nuestros evaporadores en el sector industrial y también abordar nichos cómo el médico o farmacéutico, que ahora por desgracia están muy en boga.
- Dejando de lado la pandemia y sus consecuencias, ¿cuál es su principal preocupación en este momento?
Llevamos un año con un aumento constante de precios de las naterias primas, que en el caso del cobre casi ha duplicado su valor en un año. El impacto de esta subida es de tal magnitud que se está convirtiendo en un grave problema y de muy difícil manejo. Además, se especula que lo peor pueda estar por llegar. Sin ir más lejos hace unos días en un post de Aefyt se citaba que “los analistas de Bank of America confirmaron que el mundo corre el riesgo de quedarse sin cobre”, lo que sería un verdadero drama.
- Sereva se encuentra en un entorno rural, ¿qué ventajas y dificultades le plantea esta situación?
Efectivamente estamos en una población de menos de 1.000 habitantes y esto se traduce en una gran dificultad para encontrar mano de obra cualificada. Por eso estamos reforzando la formación interna y apostamos por el talento, aunque tenga que venir de más lejos.
En ocasiones hemos trabajado con la administración para fomentar la FP dual, que podría aportarnos ciertos perfiles que escasean, pero desgraciadamente muchas veces no se tiene en cuenta la estructura de los pequeños municipios a la hora de establecer los proyectos formativos. ¿Con un transporte público casi inexistente, cómo va a venir un/a estudiante sin carnet de conducir a hacer las prácticas? Es inviable y no facilitan mecanismos que ayuden a encontrar soluciones.
Por otro lado, gozamos de ventajas respecto a las grandes urbes, ya que los precios del suelo y los alquileres son más económicos. Y poder disfrutar de la naturaleza solo con cruzar la puerta no tiene precio, y más en esta época pandémica.
- Hablando de formación y de personas, es un hecho que el sector del frío es un sector muy masculinizado. ¿Cómo enfocan este tema en Sereva?
En Sereva fuimos pioneros hace ya muchos años en la contratación de mujeres. No existía ninguna empresa del sector metalúrgico en Lleida con una ratio tan elevada.
Y ya hace algún tiempo que en la fábrica llegamos a la paridad, dato que nos enorgullece enormemente. Sin embargo, nos dimos cuenta que esto no era suficiente. Hace unos años nos pusimos en marcha con el Plan de Igualdad y llegamos a la conclusión de que había que redoblar esfuerzos. Entre otras cosas vimos que la proporción de mujeres en los puestos más cualificados era más baja. Por eso pusimos énfasis en su formación y progresión, de manera que ahora por ejemplo tenemos igual número de soldadoras que de soldadores, tod@s ell@s oficiales de alta cualificación y especialización.
- ¿Qué le aporta AEFYT a su empresa?
Pertenecer a AEFYT nos permite establecer relaciones con otros agentes del sector, estar informados de los cambios normativos y de las tendencias de mercado.
Aefyt realiza formación especializada y facilita el acceso a recursos de consulta necesarios para desarrollar nuestra actividad. Ahora por ejemplo participamos en unos grupos de trabajo con el objetivo de clarificar el uso de refrigerantes naturales y de los ligeramente inflamables (A2L). AEFYT crea el entorno para que empresas que podemos ser competidoras colaboremos para un bien común.
En esta pregunta quisiera destacar la proactividad, accesibilidad y profesionalidad de los miembros de AEFYT. Es un verdadero placer trabajar con vosotros.